Este viernes, recién comenzado el año, el equipo educativo y el grupo de jóvenes de emancipación al completo, nos fuimos a disfrutar del sol y el frío al maravilloso pueblo valenciano de Peñíscola. Allí, entre las ruinas de un castillo encallado entre la sierra y el mar, divisamos maravillosos paisajes y disfrutamos de una relajada convivencia, observando cada rincón y contemplando en muchos momentos, sencillamente, el agua, tranquila.

Visitamos también el Museo de la Mar, muy interesante por los datos históricos de interés que aporta sobre los barcos de la zona y las diferentes especies que allí han habitado y habitan, mostrando también diferentes tipos de fósiles. ¡Nos encantó! Por cierto, la entrada al museo es totalmente gratuita.

Peñíscola es un pueblo dividido en dos zonas claramente diferenciadas. Por una parte, se encuentra el pueblo, lo que denominaríamos la zona nueva nueva, donde se habita. Por otro lado, encontramos el castillo, totalmente orientada actualmente al turismo. Es una zona muy cuidada, con el aire mediterráneo que caracteriza a la Comunidad Valenciana, y con muchísimo encanto natural, además de histórico.

El grupo de jóvenes disfrutó, mirando a través del telescopio la zona del castillo, admirando el belén y las vistas desde los diferentes miradores, y con una buena comida con vistas al mar.

Para terminar, fuimos a visitar el lavadero y comentamos las diferencias entre Marruecos y España, puesto que aquí el lavadero es una herramienta casi obsoleta excepto en algunos pueblos rurales de interior, y en Marruecos aún se utiliza en bastantes zonas. Volvimos a Valencia contentos, relajados y más unidos que antes de la salida.