El viernes 15 de noviembre nos volvimos a reunir en torno a la comida las chicas y los chicos de la Llar d’Emancipació. Los jóvenes se convirtieron por un día en nuestros chefs y, la verdad, prepararon una comida que superó con creces nuestras expectativas.
En un ambiente de alegría y compañerismo, compartieron unas horas de cocina y nos invitaron a degustar con ellos platos típicos de la gastronomía marroquí.
Juntos se pusieron manos a la obra como un buen equipo mientras se movían al ritmo de reggaeton. Entre risas entonaban juntos alguna estrofa, bajo la coordinación atenta de Ismail que daba órdenes pelando patatas de cuclillas mientras un meticuloso Abde limpiaba las sardinas. El toque estético lo puso F. decorando las bandejas. Con la ayuda experta de Najima y Mourad, afanado en el relleno, consiguieron al final elaborar lo que se habían propuesto.
Nos sorprendieron con un plato típico marroquí; sardinas fritas rellenas con una mezcla especial de especias, sobre un lecho de perejil y decorado con espirales de limón. Acompañaron el plato con una guarnición de patata cocida y machacada, servida con una mezcla de especias y otro plato de tomate, cebolla y pimiento verde troceado y aliñado. Un plato aparentemente sencillo que dio lugar a una comida sorprendente.
Un buen trabajo en equipo, una comida preparada con cariño y un ambiente festivo que invita a reflexionar en aquello que nos une y a apreciar la cultura de esta región del mundo. Acercarnos unos a otros alrededor de la comida invita a los presentes a recorrer los lugares a partir de los sabores, aromas y las historias que se esconden tras ellos.